jueves, 30 de junio de 2011

asco


Más que gana, ante todo esto que se va acumulando al final del mes de junio para acabar de ponernos firmes antes de darnos unas supuestas vacaciones, a quien se las dé, y que así nos olvidemos de la quina que nos hacen acumular durante el año…, más que gana, decía, sentía necesidad de decir algo, como uno tiene necesidad de gemir un poquito cuando le tortura un dolor de muelas.

Pero para hablar hay que abrir la boca, y si miro alrededor, si veo la televisión, si me asomo (ya no puedo “entregarme” como hace muchos años en que lo contemplaba con tanta expectación como si fuera un encuentro decisivo) a esa farsa aburrida y humillante que se llama estado de la nación…, si me doy cuenta de que pago el doble que el año pasado a Hacienda (que cada vez estoy más seguro de que no somos todos) por el hecho de haber cobrado varios meses, menos mal que no todos, el subsidio de desempleo (qué vergüenza que un subsidio que has cotizado ya por la seguridad social que pagas y pagan las empresas, se declare como ingreso), que como no retiene IRPF es un apartado que luego no resta nada del resultado de la declaración y hace que acabe costándote demasiado… Y por encima, muy por encima de esto, si veo la reacción eufórica de las bolsas ante la humillación y el empobrecimiento de un pueblo… Bueno, claro, si me detengo a pensar en esto último, en esta última bestialidad sobre la que necesitaría hablar pero aún no puedo porque no soy capaz de pensar en ello con una mínima calma…

En fin, lo que trataba de compartir es que cuando abro la boca para hablar, las arcadas no me dejan emitir ni una palabra ni un sonido coherente. Es una reacción visceral aunque venga del cerebro que podría definirse como náusea, pero para qué vamos a retorcer los argumentos en lugar de decir que es lisa y llanamente ASCO.

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