jueves, 6 de abril de 2017

hoy no puedo pensar en los galgos

No es que no me parezca una burrada. No es que no esté a favor de perseguir a quien mata a los perros a los -quien me conozca, los pocos que me conocen, lo saben- profeso una ternura muy intensa.
Pero es sólo que hoy he visto las imágenes de los niños de Siria muriendo del mismo modo que se matan cucarachas. He llegado a pensar hasta dónde podemos llegar, hasta dónde podemos aguantar, sobre todo siguiendo el camino de lo que hemos aguantado ver hasta hoy, ni siquiera llegado a sufrir (supongo que los que lo sufren tienen todo el derecho a desearnos lo peor por el simple hecho de poder seguir haciendo nuestra vida diaria de citas, gimnasios, tapitas y cupcakes, ¡quién no lo hace!, mientras ellos/as están viviendo lo que viven y muriendo como mueren... y viendo morir a sus hijos o sus padres; y viendo, peor aún, cómo mueren).
Quiero a los animales, pero hoy los animales de otra especie que la nuestra no deberían ser el principal motivo de lamentación en Facebook. Y lo han sido. Hoy, en parte, lo han sido, y no me parece nada bien.
Si me decís que soy algo así como especista o como quiera que se llame, no lo voy a negar. Lamento más la muerte de esos niños que las muertes de otros seres, inocentes y víctimas, ya sé, de otras especies. Lo lamento mucho más. No veo proporción. Y no me da vergüenza. Tal vez sea vergüenza moral por lo que mis congéneres hacen con los nuestros, no lo sé. O lo que permitimos que se haga con ellos los que ni siquiera hacemos directamente tanto daño.
Qué culpa tendrán esos otros animales de especies diferentes, me diréis, y con toda la razón. Ninguna. Sólo que el pensamiento es selectivo, esa es una característica del limitado ser humano, y cuando agoniza mi padre no tiene mucho sentido lamentar que el geranio no esté bien.
No he querido ofender, lo digo en serio. Puede decirse que la sensibilidad tiene cabida para todo. Pero hay momentos, imágenes, circunstancias... que hacen que otras imágenes se borren.
Yo creo que, en honor al dolor, deben borrarse todas las que pudieran competir.
Lo digo en serio.
En nombre de mi especie y los cachorros de mi especie, yo que ni siquiera soy padre, lo digo y lo mantengo.
Y lo pido.