domingo, 22 de mayo de 2011

jornada de refracción, por favor


A estas horas, en sus cunitas, los políticos dormirán soñando qué les van a traer los reyes magos. Como los habitantes de Villar del Río en Bienvenido Mr. Marshall en víspera de la llegada de los generosos americanos, curvarán la sonrisa o murmurarán en sueños imaginando qué les depararán la fortuna y el amabilísimo votante.

¡Qué dura ha debido ser la jornada de reflexión! ¡Qué costoso el esfuerzo de no querer pensar, de no ver en la tele a los de Sol recordando lo que en un tiempo remoto se les pasó por la cabeza, a unos sí y a otros no! ¡Cuánto han debido acariciar el corbatín antes de quitárselo para ponerse el pijama, con qué avidez habrán buscado el último beneplácito, la complicidad, de la esposa o el marido!

¿Tendrán pesadillas en que acampan, o dulces sueños en que sus manos acarician el dulce escaño antes de que se asiente en él el culete ansioso de ocuparlo?
La palabra reflexión me trae a la memoria su hermana de los tiempos del cole: refracción.
Había que adivinar la diferencia, y todos deseábamos que la pregunta saliera en los exámenes porque era facilita: la reflexión creaba un reflejo del rayo luminoso, la refracción, al entrar en otro medio el destellito de luz, cambiaba de trayectoria.



¡Cambiar de trayectoria!
Tras esta agitada semana última, ojalá algunos, aunque sean pocos, hayan tenido la tentación de que la reflexión valiera para algo y se convirtiera, por fin, al menos un poquito, en refracción.

Soy un iluso al que acabará matando la esperanza.


3 comentarios:

  1. 15-M: Tocado.
    22-M: Refractado.
    Los ilusos seremos al menos dos. Siempre podremos entonar "Smile" mientras subimos al Cerro de Garabitas a contemplar Madrid, ¿no? Pero de momento, el Sol no se pone.

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  2. Fantástica imagen. También me viene a la memoria las lentes cóncavas y convexas, tal vez de la misma lección...cualquiera de las dos distorsionaba la realidad, haciéndola más grande, más pequeña o desenfocada. Creo que los poíticos de hoy, de no ser refractarios o reflexivos serían cóncavos, convexos o desenfocados según les venga más oportuno.
    Seguiremos dándole vueltas...

    Nadia Doménech
    (un beso muy grande)

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  3. Muchas gracias Fernando. Un abrazo grande y fuerte. Ni reflexivo ni refractario.

    Juanma

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