Le decían a Gregorypík: “Cuando los judíos regresen a Sión, y una estrella cruce el cielo, tú y yo moriremos. Del fondo del mar surge con toda su pompa y majestá, y lucharán hermano contra hermano hasta que el mundo ya no sea más”. Más o menos. Era en La Profecía (The Omen, ná menos). Y lo oía uno, así tan bien dicho, doblado o no, que de las dos maneras me ha llegado, y se cagaba la perra.
Y ahora va y viene el Pápal,con toda su pompa y majestá, y se caga la perra igualmente.
Esta gente, que al buen decir de Gila, empezaron con un pesebre y ahora están donde están, va y se impone a donde haya que imponerse. Se abre la Plaza Mayor, el Arco del Triunfo, el Santiago Bernabéu o cualquier cosa que pidan, ¡faltaría más! ¿Quiere Su Santidad que abramos la Puerta del Sol y trituremos a los perriflautas agnósticos, que de tanto ser agnósticos ya no son casi más que ateos? Pues hecho, (eso trae el culto equivocado a la bandera tricolor de la república, así que os jodéis y punto). Se maltrata, detiene o excluye a cualquier manifestante joven-o-no creyente o ateo que se ponga por medio. Los espacios públicos, sean los que sean, están a disposición de Su Santidad y sus acólitos, los jóvenes pajeros que no pueden echar su semilla en otro lado que el calzoncillo por no mancillar a la procreación exultante, vigente, calentorra y eyaculante para adentro, como Dragó, el gran cristiano renegado y, de paso, escritor lamentable, aunque eso no tenga que ver con las creencias, sino con una falta de calidad que ya nadie va a poder arreglar, se ponga como se ponga.
Viva la semilla endógena, la nopaja, el nonene, el chiquillo fruto del matrimonio aunque sea entre imbéciles con granos y cara de tontos, que es lo que son, qué se le va a hacer,. Y que les vayan dando, mientras aplauden al tío de blanco con bonete.
Y al tiempo, esto se convierte en el negocio del siglo, en la desgravación a tutiplén, en la inversión de moda. El tipejo que estuvo coqueteando con las nuevas formas de la inquisición, y esto no es broma, y quien no quiera creerlo que lo mire, el putito teólogo que encubrió las sodomizaciones tiernas y tiernoculizantes, va a venir a nuestra tierra; y nuestra tierra se pone de puntillas y eyacula dos gotitas que casi no se notan en las bragas por si acaso.
Santidad, sea usted bien venido, arruine un poquito más nuestro patrimonio. Siembre de casposidad nuestra juventud, que está en su derecho. Y luego, vuelva al Vaticano, con sus oropeles, y haga el favor de pudrirse, o al menos de no sacarnos más dinero, que este gobierno que tenemos ya le ha regalado bastante, y me temo que el que viene le va a regalar todavía más.
¿Puedo sugerirle una merienda a media tarde con las cabezas pensantes del islam y con los rabinos imperantes del arte interpretativo? Diviértase con sus iguales, con la gentuza que vive de la buena fé de las creencias ajenas, y vaya a sacar pasta a otro lado, que es una pena que un gobierno supuestamente de izquierdas no le haya cerrado la puerta cuando quería venir aquí, con gastos pagados, no sólo alojamiento y desayuno como cualquier hijo de vecino. Páguese sus vacaciones, gorronazo, que ya está bien de vivir del cuento.
Y los sermones, a la montaña. Y sin micro. A ver cómo se apaña. Lo mismo el polaco, desde el otro lado del noser, le echa una mano y hace la multiplicación del audio y el video para que se entere todo el mundo. ¡Qué par de hostias tenéis!
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