Señores viajeros: por
una avería totalmente ajena a Metro de Madrid, el trayecto entre las estaciones
de Horcajuelos y Santa Madre de la línea 15, estará interrumpido durante un
periodo de tiempo no inferior a las cuatro horas.
DISCULPEN LAS MOLESTIAS
Señores viajeros: Por
motivos debidos a la crisis y totalmente ajenos a Metro de Madrid, hemos
decidido que dicha crisis la pague el usuario no sólo en metálico (o mediante
tarjeta de crédito o débito) subiendo el servicio de transporte una barbaridad
y con la seguridad de volver a subirlo en cuanto le dé por comenzar al
siguiente año o cualquier otra eventualidad peregrina, sino por medio de un
incremento progresivo de sus niveles de stress, ya que al despedir a un buen
número de sus empleados la frecuencia de trenes ya no puede llamarse así, y
menos aún en horas (sobre todo medio nocturnas) o días (fines de semana) en que
la gente decente no tiene por qué andar por la calle si no tiene para pagarse
un taxi. Los trabajadores seminocturnos no son de fiar, los que se quedan a
tomar una caña después del trabajo menos aún, y los que disfrutan del ocio, que
disfruten poco y mal, que el trabajo es sagrado (y el paro también) y el ocio
frívolo e innecesario. Por todo ello, su vagón vendrá sucio, atestado (hay que
acabar con ese vicio de aprovechar interminables trayectos para leer sentados),
irregular y a saber si viene. Naturalmente, será imprevisible si da tiempo al
transbordo o no.
DISCULPEN LAS MOLESTIAS
Señores usuarios de la
Justicia: Para acabar con el vicio de protestar por protestar, las costas de
una denuncia serán superiores a lo solicitado en dicha denuncia siempre que se
le diera el curso debido, y abonadas por adelantado, por lo que sólo quienes
tengan abogados chachis que les permitan ganar los procesos y recuperar su
dinero, ese que podían permitirse adelantar, serán tenidos en cuenta. Cosas de
la crisis.
DISCULPEN LAS MOLESTIAS
Señores ciudadanos
indignados (qué mal humor tienen los ciudadanos últimamente, siempre por
motivos frívolos, caprichosos y resultantes de estar todo el santo día mano
sobre mano): Toda protesta callejera convocada o no será mal vista, su
celebración intentada silenciar o menospreciada por cualquier medio de difusión
a nuestro alcance, y en última instancia soportada como un mal que a la larga
crea más costumbre que altercados. Eso sí: cada vez más pronto (antes era a
partir de medianoche, luego desde las diez, más tarde desde las ocho, ahora
estamos en eso de las seis y media) se considerará que los desaprensivos que queden
por las calles son elementos peligrosos contra los que la policía
antidisturbios tendrá el derecho y el deber de actuar en la llamada defensa
propia preventiva, es decir, anticipándose al hecho de ser atacados por esos
individuos que no se han dado cuenta de que a esa hora ya no van a pillar
transbordo en el metro. Para hacérselo saber, es normal que pueda
perseguírseles y acorralarlos en cualquier tipo de andén. Si ustedes no son
violentos pero se encuentran con una brecha originada por un porrazo, un ojo en
la mano tras un pelotazo de goma o simplemente la humillación de ser vejados,
arrastrados, insultados, y en el caso de mujeres o ancianos recibir bromitas
bienintencionadas sobre su reúma o su coño...
DISCULPEN LAS MOLESTIAS
Señores víctimas de EREs
injustificadas, infantes que tienen que pagar por derecho a tartera en comedor
sospechoso, jubilados o enfermos que deben pagarse sus recetas, alumnos
masificados, personas desahuciadas, ciudadanos sin derecho a la cultura,
víctimas de una infelicidad cada vez más acentuada, menos esperanzada en un
futuro más digno, parejas, hijos y padres víctimas de ese mal humor que traen
de fuera y hace complicadísima la paciencia y la convivencia, seres humanos en
general aplastados por seres inhumanos...
DISCULPEN LAS MOLESTIAS
O JÓDANSE. Haber sido
más listillos, más indecentes y más depredadores. ¿Qué es eso de la empatía?
¿Sirve para algo más que para que Punset hable con esos tipejos que presumen de
tener un Nóbel?